Newsletter Febrero 2024

Carolina nos invita a su retiro y nos cuenta un poco sobre Danza Animal,  

Las mujeres estamos llamadas a reconectar con nuestra vitalidad, con el goce, la alegría y el instinto animal a través del movimiento corporal. Esto promueve una visión de mundo distinto, sin miedos, con más empoderamiento y más coherente con lo que cada una quiere crear en sus propias vidas. 

Nos adentraremos en la sabiduría del cuerpo y su potencial para el autoconocimiento a través de movimientos basados en animales de poder, la danza del vientre, el Yoga y el Chi Kung: milenarias disciplinas corporales que generan movimiento físico, emocional y energético.

¿En qué beneficia? 

La Danza animal fusiona disciplinas corporales ancestrales como el Yoga y el Chi Kung (Qi gong), ambos creados como herramientas para integrar la unidad mente-cuerpo. Esta práctica está basada en los animales de poder, el movimiento fluido consciente, la música y la respiración.

El movimiento corporal consciente y armonioso establece conexiones únicas, transformadoras y muy restaurativas entre el cuerpo, la mente y las emociones. Habilita sectores del cerebro encargados de la memoria, las emociones y activa potenciales orgánicos que benefician la consciencia corporal y la salud integral.

Entérate más sobre el retiro aquí

 

"Meditar en medio del caos"


¿En qué consiste meditar? ¿Cómo lo defines y qué conlleva?
¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza cuando escuchas la palabra meditación? ¿Una persona joven sentada en flor de loto en un lugar paradisíaco? ¿o en un templo en la India? cuando buscas en google la palabra meditación aparecen un sin fin de imágenes como estas. Mi favorita es una de una mujer sentada en una roca plana que pareciera volar en el mar, con una perfecta puesta de sol de fondo. Cuando muestro estas imágenes en los talleres de mindfulness y meditación que hago en empresas, y pregunto ¿qué sientes al ver estas imágenes? algunos responden “tranquilidad, calma, serenidad…” pero no demora mucho tiempo en que algunos más valientes digan “envidia, poco realista, tendría que nacer de nuevo…”


En nuestro imaginario la meditación todavía aparece como una práctica para sólo algunos. Para un grupo selecto de personas que vinieron a alcanzar la iluminación en esta vida, que viven en un determinado lugar (playa, bosque, montañas) y tienen un determinado trabajo (terapeutas, profesores de yoga…) ¿puedes identificar a esta persona dentro de tu grupo de amigos? ¿Qué pasa con todo el resto?
Si bien la meditación sigue siendo algo de solo unos pocos - un 8% de los chilenos lo tiene adoptado como un hábito (estudio Bienestar Hoy 2023)- es una práctica que cada vez despierta más y más interés..Puede que escuches al gerente de finanzas hablar del impacto que la meditación tiene en su vida o a una tía muy religiosa hablar de las meditaciones que hace en la noche para dormir mejor. ¿Y cómo no? La neurociencia continúa avalando esta práctica por sus innumerables beneficios, que resulta difícil resistirse.


¿Qué es meditar? Es fundamental mencionar 3 conceptos claves:

  • Momento presente: Estado mediante el cual nos sumergimos por completo en la experiencia del aquí y ahora. Es dejar de lado las preocupaciones pasadas o futuras, y enfocarnos en lo que acontece en este instante.
  • Atención plena: Dirigir el 100% de nuestra atención a un objeto, situación o estado interno.
  • No juicio: Dejar de lado ideas y etiquetas preconcebidas para poder observar las cosas desde una postura más neutral y compasiva.

Meditar es aplicar estos tres conceptos. Tal como plantea Jon Kabat Zinn, meditar es “Prestar atención (atención plena) de manera intencional al momento presente (momento presente), sin juzgar (no juicio)”.


¿Y cómo lo hacemos? A través de 2 tipos de prácticas principalmente:
Meditación formal: Es la práctica de mindfulness en un entorno estructurado o durante un periodo de meditación dedicado. Con los ojos (generalmente) cerrados y una postura estable y cómoda, llevamos la atención a diferentes puntos focales.
Meditación informal: Es la aplicación de la atención plena en las actividades diarias rutinarias. Se trata de mantener una actitud de transforma tu vida a través de la meditación mientras se realizan tareas comunes, como comer, caminar o hablar
Piensa en la meditación formal como ir a un gimnasio, en donde entrenas tu mente para poder practicar meditación informal en cualquier situación cotidiana durante el resto de tu día. Por ejemplo, mientras lavas los platos. En vez de pensar y planificar todas las reuniones del día, ponemos atención al agua tibia, al jabón, a la espuma. ¿Tan simple? Sí, es tan simple como eso.


De esta manera, la meditación es un estado interno que podemos experimentar en cada momento, por muy cotidiano o mundano que parezca. Meditar es parte de nuestra propia naturaleza. No es un objetivo más que “debemos” lograr en nuestra ya exigida vida. Tampoco es un estado que solo los iluminados alcanzarán. Meditar es más bien recordar quiénes realmente somos y llevar eso a todos las dimensiones y ámbitos de nuestra vida. Incluso, cuando estamos sentados frente al computador en la oficina; mientras estamos en medio de una conversación difícil en el teléfono, después de media hora con un call center para solucionar ese problema con alguna de nuestras cuentas; o mientras vamos a buscar a nuestros hijos al colegio o paseando al perro. Cada situación y contexto, por muy irrisorio que parezca, puede ser el momento para practicar la atención plena, sin ninguna excepción.


Es decir, no tienes que esperar a que llegue ese “momento perfecto”, rodeados de naturaleza, el canto de los pájaros, el sonido del mar y la ausencia absoluta del ruido de la ciudad, en donde todo el mundo se detiene para que, por fin puedas, en un cojín perfecto (que probablemente no tienes), lograr meditar.

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Amo el verano, el calor, las vacaciones y las frutas veraniegas pero este enero en Santiago no solo ha sido extra largo sino que también extra híper muy caluroso. Ya no me dan ganas de hornear queques ni de hacer galletas ¡ni siquiera de comer porotos granados! Solo de estar en la sombra, tomar agua fría y tratar de ejercitarme muy temprano o muy tarde para evitar el calor. Me imagino que muchos están pasando por lo mismo que yo. Por eso les traigo este mes 3 recetas veraniegas para pasar el calor, que no requieren tiempo y refrescan hasta al más invernista de todos. 

Partimos con una Virgin Piña Colada para sentirnos en el Caribe. Para hacerla vamos a necesitar:

-        3 tazas de piña congelada picada

-        ½ tarro de leche condensada de coco

-        ½ tarro de leche de coco

-        ½ taza de hielo

-        Coco rallado y limón

Partimos decorando un vaso tipo michelada, poniendo limón en el borde y en vez de sal decorando con coco rallado. Luego licuamos todos los otros ingredientes en la juguera. Probamos para rectificar el sabor, puedes añadir más leche condensada si te gusta más dulce o más hielo o agua si te gusta más líquida. ¡Listo! Dime si no te sientes en el caribe. 

Seguimos con un helado de frutas veraniegas. Para esto vamos a necesitar:

-        3 plátanos congelados

-        1 taza de berries congelados

-        1 cucharada de mantequilla de maní

-        Un pedacito de jengibre (opcional)

Llevamos todos los ingredientes a una procesadora de alimentos y con una espátula nos vamos ayudando hasta que quede cremoso ¡Ya está listo! Puedes servir con berries frescos, chispas de chocolate, frutos secos o lo que más te guste.

Finalmente, uno de mis snacks favoritos, ¡brochetas de melón con jamón serrano! Este snack es una perfecta combinación entre el dulzor y jugosidad del melón junto con el sabor umami del jamón serrano. Para esto, solo vamos a necesitar:

-        Melón tuna o calameño cortado en cubos o pelotitas.

-        Jamón serrano en láminas.

-        Palitos de brocheta

Montamos las brochetas e incluso podemos añadir un par de hojas de albahaca. A mí me encanta como aperitivo o como snack para pasar el hambre. 

Ojalá los disfruten y les sirvan para pasar el calor!!

Un abrazo!

Clara Lira Castro

Shinrin Yoku: El arte japonés de sanar en el bosque.


Los baños de bosque, también conocidos como "Shinrin-yoku" en Japón, donde se originó esta práctica, son una forma de terapia natural que implica pasar tiempo en un bosque o área verde, con el objetivo de mejorar la salud y el bienestar. La idea detrás de los baños de bosque es que estar en la naturaleza, de manera consciente y observando el entorno, puede tener profundos beneficios para la salud física y mental.

¿En qué consisten los baños de bosque?


Los baños de bosque no requieren de ninguna actividad física intensa, como caminar o hacer ejercicio. Más bien, se trata de estar en el bosque, moverse lentamente, respirar profundamente y abrir todos los sentidos a la experiencia del entorno. La práctica puede incluir actividades como:

Caminar sin un destino fijo, sentarse tranquilamente y observar la naturaleza, tocar los árboles, absorber el aroma del bosque y escuchar los sonidos de la naturaleza, o realizar ejercicios de respiración profunda.

Beneficios de los baños de bosque:

La investigación científica ha comenzado a explorar los beneficios de los baños de bosque, encontrando que esta práctica puede tener varios efectos positivos para la salud, incluyendo:

  • Reducción del estrés: Estar en la naturaleza y realizar actividades tranquilas puede reducir los niveles de cortisol, hormona del estrés.
  • Mejora de la salud mental: Los baños de bosque pueden ayudar a reducir los síntomas de ansiedad, depresión y negatividad, al tiempo que aumentan los sentimientos de felicidad y bienestar.
  • Fortalecimiento del sistema inmunológico: Algunos estudios sugieren que pasar tiempo en el bosque puede aumentar la producción de células NK (Natural Killer), que ayudan a combatir infecciones y enfermedades.
  • Mejora de la concentración y la creatividad: La desconexión de la tecnología y la inmersión en la naturaleza pueden ayudar a restaurar la atención y fomentar la creatividad.
  • Reducción de la presión arterial y mejora de la salud cardiovascular: La naturaleza relajante de los entornos verdes puede contribuir a la reducción de la presión arterial y mejorar la salud del corazón.


Cómo realizar un baño de bosque:

Para experimentar los beneficios de los baños de bosque, debes considerar seguir estos pasos:

Encuentra un bosque o parque natural cercano que te ofrezca un entorno tranquilo y seguro.Deja atrás la tecnología para evitar distracciones y permitirte sumergirte completamente en la experiencia. Camina lentamente y sin un destino específico, permitiendo que tus sentidos te guíen. Tómate tu tiempo para observar, oír, oler y tocar, a idea es conectarse con la naturaleza de manera consciente. Practica la respiración profunda para ayudar a relajar tu cuerpo y mente. No hay un tiempo determinado para un baño de bosque; puede ser tan corto como 20 minutos o tan largo como varias horas, según tu disponibilidad y preferencia.

Los baños de bosque representan una forma accesible y efectiva de mejorar el bienestar general, aprovechando los beneficios terapéuticos que la naturaleza tiene para ofrecer. Esta práctica subraya la importancia de nuestra conexión con el mundo natural y cómo puede servirnos como una fuente vital de salud y felicidad.