Astrología

¿Cobrar por un servicio espiritual? Por Carolina Schulze

¿Cobrar por un servicio espiritual?  Por Carolina Schulze

Dinero y espiritualidad son dos conceptos que pueden sonar opuestos, pero para mí tienen todo que ver. Antes de seguir, quiero decir que estas palabras vienen de mi experiencia, de mi sentir y pensar. No me posiciono como dueña de una sola verdad, sino que busco expresar lo que para mí es verdadero en este momento.

Creo de corazón que si estamos vivas en esta época, es porque venimos a ocupar un rol en el cambio de paradigma que estamos experimentando como humanidad. Estamos pasando de una realidad infinitamente masculina y jerárquica, basada en la productividad, a una era colectiva en la cual es primordial rescatar la diversidad y los valores de la energía femenina como la empatía, la colaboración, la creatividad y la sabiduría intuitiva.

Y es que el sistema en el que vivimos está diseñado para hacernos creer que no somos suficientes y que todo lo que necesitamos para sentirnos completas y valiosas está fuera de nosotras. Podemos pasarnos la vida persiguiendo estándares externos (un cuerpo más delgado, un puesto de trabajo, logros materiales etc.) y aún sentir que algo falta.

Hace algunos años, entré en una crisis existencial al ver que mi vida se consumía en un trabajo que drenaba toda mi energía, y que no tenía ningún sentido real para mí. Me di cuenta de que había puesto mis expectativas de realización y estabilidad (y felicidad) en ese trabajo, cuando realmente me estaba alejando de todo lo que realmente era importante para mi: ayudar a las personas, tiempo con mi familia y amigos, disfrutar de la naturaleza, salir a explorar y tener espacios de calma y creatividad.

Sentí la necesidad imperiosa de salir del mundo de los horarios rígidos, de los jefes y de hacer cosas para otros sin siquiera cuestionar el “para qué”. De hecho, era tal mi sensación de ahogo que me salí impulsivamente, lo cual me costó un par de porrazos que ahora veo como preciados aprendizajes.

En este proceso, decidí abrirme a hacer algo que estuviera realmente alineado con los deseos de mi alma. Llevaba años estudiando astrología y distintas herramientas espirituales, hasta que respondí el llamado de dedicarme a ello tiempo completo. Fui saliendo del clóset espiritual y abrazando esta profesión “alternativa”, movida por el deseo de entregar todo lo que a mí me había ayudado a sanar y crecer.

Pero no todo ha sido color de rosa. En este camino, he dudado muchas veces de mí y de mi trabajo. De nuevo con la historia de no ser suficiente. ¿A quién no le ha pasado? Eso es lo más triste. Y habiendo tantas desigualdades e injusticias, me he preguntado, ¿estaré haciendo suficiente? ¿estaré haciendo lo correcto? Confieso que a veces me he sentido insignificante y hasta me ha dado vergüenza sacar la voz y ofrecer mi trabajo, viendo que pasan cosas terribles en el mundo y yo aquí con mi emprendimiento espiritual.

Me doy cuenta de que hay temas estructurales que necesitan cambiar en el mundo, como una enorme balanza que hubiese que equilibrar. Y entiendo que no todo se soluciona con pensamientos positivos y vibrando alto. Sin embargo, también he comprendido que por más que quiera, hay cosas que no está en mis manos cambiar y que lo más fructífero que puedo hacer es hacerme cargo de mí misma, y empezar yo a encarnar aquellos valores que querría ver allá afuera.

Soy consciente de que he tenido todas las oportunidades de la vida y de que crecí en un entorno privilegiado. Por lo mismo, me siento infinitamente agradecida de estar espiritualmente conectada con mi trabajo, de hacer lo que amo y de que eso sea fuente de abundancia y expansión para mí y para otros.

A pesar de ello, aprender a cobrar por mi trabajo ha sido desafiante. Por mucho tiempo creí que al dedicarme a ayudar a las personas a través de algo alternativo o espiritual, debía ser súper mega accesible (barato o gratis), como si inconscientemente creyera que le estoy quitando algo a alguien por cobrar. En cambio, me ha tocado ver que al pagar por una carta astral o un proceso de coaching, lo que esa persona está haciendo es un acto de merecimiento que viene de invertir en su crecimiento personal. Es más, he notado la tendencia de que las clientas que están más dispuestas a invertir en ellas, son las que más se comprometen con su proceso de transformación.

En esto, entendí también que no puedo ayudar a todo el mundo y que en realidad no soy para todos. Y eso está bien. Por lo mismo, siento la responsabilidad de honrar mi rol, y a través de mi trabajo impulsar la liberación de creencias limitantes de un sistema caduco. Me siento llamada a explorar nuevas formas de ver el mundo y de verme a mí misma. He decidido abrirme a recibir, reconociendo el valor que ofrezco y todo el tiempo, energía y dinero que he dedicado para entregar siempre lo mejor de mí.

Cobrar por mi trabajo es hacer la declaración de que lo que entrego es preciado y que soy merecedora de abundancia. Al confiar en esto para mí, le estoy dando la oportunidad a mis clientas y a quienes resuenan con este mensaje, de hacer lo mismo para ellas.

Como yo lo veo, creer que mi trabajo por ser espiritual no vale dinero, es darle la razón a un sistema obsoleto que dice que valgo por mis logros externos o lo que soy capaz de producir. Es tiempo de recuperar nuestro poder, especialmente como mujeres. Hemos de comprender que merecemos ser bien pagadas por entregar un trabajo que emerge de valores como la espiritualidad, la elevación de consciencia, la colaboración, la flexibilidad, el arte y la intuición. Y sí, me refiero especialmente al trabajo de creativas, artistas, sanadoras, terapeutas, coaches y magas.

Es más, al cobrar bien por nuestro trabajo y tener todas nuestras necesidades cubiertas, tenemos la posibilidad de ayudar a más gente, ya sea dedicando nuestro tiempo/energía/dinero a quienes lo necesitan o invirtiendo en causas expansivas que tengan un impacto social real.

Pongo mi energía al servicio con la intención de que cada vez más mujeres elevemos nuestro nivel de consciencia y nos demos cuenta de que ocupamos una pieza fundamental en el mundo que queremos crear. Confío profundamente en que al desafiar las formas tradicionales, lo socialmente aceptado y empezar una por una a vivir a través de los valores que nos gustaría ver allá afuera, estamos transformando nuestra realidad y pavimentando el camino para que otras puedan hacerlo también.

Carolina Schulze
Coach y Orientadora Astrológica
Procesos de autoconocimiento y expansión personal desde tus mapas energéticos únicos
https://linktr.ee/carolinaschulze

 

Puede que te interese

Somos agua, estamos hechos para fluir... Por Lou Cooper
ROPA-MUJER-YOGA

2 comentarios

Carolina

Carolina

Que hermosa mujer, sabias palabras!!!

Catalina

Catalina

Que lindo!! Me encantó el articulo gracias por compartir

Dejar un comentario

Todos los comentarios se revisan antes de su publicación.

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la Política de privacidad de Google y los Términos del servicio.